martes, 3 de julio de 2012

ANÁLISIS EN MÉXICO: Elecciones y redes sociales: oportunidad perdida

Octavio Regalado, consultor en redes sociales de dosensocial


Desde el año 2010 se tenían grandes expectativas sobre cómo iban a ser utilizadas las redes sociales por los políticos en México como un factor de conexión con las masas para generar un posicionamiento que los llevara a ser considerados una gran opción y obtener el voto de la ciudadanía.

Las redes sociales son un medio muy poderoso que puede crear o destruir personalidades, a través de estos medios puedes pasar de no ser nadie a convertirte en un líder de opinión de la noche a la mañana, siempre y cuando sepas cómo llegar a la audiencia y conectar con ella.

Los políticos en México tuvieron ante si una gran oportunidad, la oportunidad de poder llegar a la mente, el corazón de la gente, tocar fibras sensibles, generar emociones que despertaran en la gente el interés por ellos, por su persona, por conocer qué es lo que ofrecían, saber cuál era su propuesta de valor.

Sin embargo, la historia fue otra: en general, lo que se vivió en las redes sociales fue que los equipos de campaña se enfocaron en llevar el esquema tradicional de mercadotecnia política, así como es, unidireccional y frío, hacia este nuevo medio, en donde prácticamente lo que se publicaba eran fotografías del candidato en los lugares que tenían manifestaciones, la imagen besando al niño o abrazando a la señora de la tercera edad, expresando “miren cuánta gente pude reunir”, cuidando (claro) siempre el ángulo, así como vídeos idealizando al candidato.

También fue evidente una nula estrategia de manejo de crisis cuando le tocó su oportunidad a cada uno.

Los candidatos, sobre todo los presidenciales, tuvieron ante si a centenas de miles, incluso millones en algunos casos, de seguidores que fueron su audiencia, que les regalaron un “Me Gusta” o les concedieron un “Sígueme” (sin pensar en que si compraron o no seguidores).

Esta audiencia, que si bien no es la mayoría en el país, tiene la capacidad de poder ser influenciador ya en un mundo fuera de la red, dado que están expuestos a mucha información: lo que viven en la red van y lo comentan y comparten con su familia, amigos o compañeros de trabajo.

¿Se imaginan que en lugar de estar solo mostrando apariencia e imagen, hubieran posicionado sus propuestas en forma amena y en lenguaje mundano? ¿Qué habría pensado la sociedad de alguien que se mostrara experto en desarrollo económico, en bienestar social, en educación? Para pensar, ¿no?

Lo que le faltó a las campañas en redes sociales fue ese acercamiento con la gente, que las personas sintieran a los candidatos ahí junto a ellos, a su lado. Así son las redes sociales, es establecer una relación, conversar, compartir, escuchar, es provocar que la gente diga, “el o ella es mi amigo y confío en él”. Hacerlos sentir que “somos iguales y te entiendo”. Provocar esto no es fácil, pero con la producción y logística que tenían a su disposición era de verdad muy alcanzable.

Sin duda, puedo decir que las redes sociales para estas elecciones fueron una oportunidad perdida por los candidatos y sus equipos, eso sí, con un gran aprendizaje que espero puedan capitalizar para próximas elecciones intermedias en 3 años o las siguientes presidenciales en 6 años.

Al final, la principal ganancia la obtuvo la gente porque pudo encontrar en las redes sociales un foro para expresarse, para levantar su voz, entender el poder que pueden tener sus palabras en conjunto con las del resto de la sociedad cuando se unían, ya sea para impulsar un trend topic o para organizar una manifestación, cualquiera que esta sea.

No quitemos ahora el ojo de la sociedad en las redes sociales. Creo que México ha despertado. Los dejo con una de mis frases para reflexionar: “Twitter le dio voz a la sociedad y es la expresión del mundo”.

FUENTE: http://www.elfinanciero.com.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=27399&Itemid=26

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